Las Cuatro Estaciones del compositor italiano Antonio Vivaldi pertenecen al Opus 8, Il Cimento dell¨Armonia e dell¨Inventione, que engloba 12 conciertos, siendo justamente los cuatro primeros los que todos conocemos como las famosísimas Cuatro Estaciones que son las siguientes:
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“La Primavera”, RV 269.
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“El Verano”, RV 315.
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“El Otoño”, RV 293.
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“El Invierno”, RV 297.
Vivaldi escribió Las cuatro estaciones, en 1725, y las dedicó, como era costumbre en la época, a un noble para buscar su tutela, en este caso al Conde Venceslao di Morzin.
Se dice que Vivaldi era un amante de la naturaleza en donde encontraba la fuente de su grandiosa inspiración, por ello dedicó, como un homenaje a la misma, dichos conciertos.
Esta obra está compuesta para violín solista y orquesta barroca de cuerda: violines, violas y lo que llamamos el bajo continuo (línea de bajo que se extiende a lo largo de toda la pieza), formado por violonchelos, contrabajos y clavicémbalo.
Tiene una gran fuerza descriptiva, que la hacen ideal para elaborar un musicograma, debido a que sigue las imágenes y descripciones de cuatro sonetos que se atribuyen al propio compositor y que en sus primeras presentaciones en público se recitaban junto a la propia interpretación musical.
A pesar de que temporalmente se sitúa la obra en el barroco, su técnica y complejidad, así como el carácter de la música sitúan a la obra en la corriente neoclásica
